sábado, 28 de julio de 2007

Respuesta a una pregunta tipo ensayo por Mary Carmen Aguilera

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Curso: Aprendizaje de la Lectura y Escritura en el Preescolar y Primer Grado
Profesora: Angélica Silva
Período Académico 2007-I

Alumna: Mary Carmen Aguilera
Secc: 004

Durante el curso hemos discutidos temas relacionados con el uso del dictado para corregir la ortografía, la copia, las planas, los ejercicios caligráficos y el uso del libro de la lectura como “herramientas pedagógicas”. En ese sentido, precisa algunas ideas -relacionando por lo menos dos de ellas- del porqué emplearlas o no en una didáctica integral de la lengua materna en Educación Inicial.

Efectivamente el dictado, la copia, las planas, los ejercicios caligráficos y el uso del libro de iniciación de lectura han sido utilizados desde tiempos inmemorables por los docentes, para desarrollar en el alumno la capacidad relacionada con la lectura y la escritura. En cuanto a las planas y el libro de iniciación puede decir que ellas son “herramientas pedagógicas” que, particularmente, yo no emplearía debido a que nuestra sociedad ha evolucionado de forma tan rápida que los miembros cada día tienen nuevas necesidades. Ello nos lleva a pensar como futuros docentes que debemos desarrollar nuevas estrategias para satisfacer con mayor eficacia esas necesidades en las que puedan estar involucradas la lectura y la escritura.

Actualmente son muchas las investigaciones y estudios dedicados al desarrollo de un conjunto de estrategias didácticas que nos permitan iniciar al niño de forma más significativa en la lectura y escritura que las planas o el libro de iniciación. Sin embargo, y pese a estos adelantos son muchos los docentes que aún utilizan el libro de iniciación. Esto último quizás, por desinformación acerca de las nuevas estrategias o simplemente porque los maestros “no” quieren enseñar de otra forma.

Particularmente, pienso que el libro de iniciación, en cierta forma, coarta la creatividad infinita que tiene el niño en esas edades en el Preescolar, puesto que lo condiciona a sólo decodificar una imagen o palabra de un libro sin permitirle ver más allá de esas hojas. Y además lo que decodifican son expresiones descontextualizadas y ridículas como “mi mamá me ama o la pipa de papá está en la mesa”. En cuanto a las planas, sabemos que éstas toda la vida han estado asociadas a un castigo, por lo cual siempre causan frustración, temor y no permiten igualmente el desarrollo de la creatividad, pues la mayoría de las veces se han usado para castigar al niño.

Finalmente, y retornando a lo anterior no digo que dichas “herramientas pedagógicas” sean buenas o malas; tal vez su estudio nos permita desarrollar otras actividades o habilidades, pero no para iniciar a los niños en la lectura y la escritura. Para ello, considero podemos emplear otras estrategias tales como: canciones, juegos, conjuros, telecuentos y cuentos en blanco, entre otros. Sabemos que escribir cuesta, pero a través de estas nuevas estrategias podemos demostrar a los niños durante su paso por la Educación Inicial que leer y escribir tienen otro sentido más funcional y significativo.